18 sept 2013

El Día que me Habló Simón.


Juan Simón fue un central espectacular de la década del ochenta. Un dos con una clase del carajo, de esos que quitan desde el piso, extirpando la pelota, quitándola con el hueco que se hace en la rodilla semiflexionada, después se levantaba mientras el delantero seguía corriendo sólo, sin la pelota, haciendo el ridículo, un ridículo disimulado porque las miradas, embobadas, se quedaban mirando al zaguero que impertérrito ya levantaba la cabeza para entregar la pelota con la cara interna del botín derecho, siempre limpita, redonda y dando la impresión de que recién lustrada a un compañero. La virtud técnica era empañada, eso sí, por la virtud humana, el tipo era correcto, pulcro, trataba de evitar el foul, sin patadas, acaso alguna vez, pero alguna vez, se le soltó la cadena, y lo rajaron, jugaba de dos, no era un enganche tampoco, me acuerdo una tarde en cancha de Boca, le dio un furibundo puntapié a uno de Ñuls, en el área que da a la 12, pero así demostraba que hasta él se equivocaba de vez en cuando, exonerando al resto de sus compañeros mas proclives a los deslices futboleros.

Imagínese, él el dos de Boca a mis 12 años, cuando yo jugaba de defensor en Deportivo Atletic. Era mi espejo, mi sueño era jugar como él. Imitaba cada uno de sus movimientos y la admiración era tanta que disfrutaba más de un cierre preciso que de meter un gol. El tema del gol era, quizás, su déficit, tenía poco gol, no recuerdo alguno, si metió fueron pocos, pero evitaba tantos que a quién carajo le importaba que hacía en el área de enfrente, porque vio que hay defensores que tienen que hacer cien metros ida y vuelta para lavar sus culpas, pero este no era el caso, podía darse el lujo de quedar de último hombre cuando teníamos un córner a favor.



Para más datos, para ilustrarle mejor y para que usted entienda mi emoción, le cuento que soy de los tipos que le gusta ir a ver la Reserva para ver qué pibe se destaca, y, por costumbre, tiendo a mirar a los centrales, indefectiblemente, cuando alguno me gusta, lo comparo con Juan Simón, tiene el timming de Simón, o sale jugando como Simón…ocasionalmente tengo que contarle a algún plateísta muy joven quién fue Simón.
Entonces imagínese mi escozor esa tarde de Septiembre, con un sol que rajaba la tierra pero con una temperatura agradable, ideal para un picado. Ahí estaba yo, paradito a la altura de la medialuna (o entre la medialuna y el área grande) y, ahí nomás, Juan Simón a una distancia de no sé…cuatro metros, bueno, lo que distancia al dos del seis, un poco más adelante que yo, algo propio de su experiencia y privilegio bien ganado (era subcampeón del mundo el tipo). Yo, igual, medio que estaba en la mía, no quería mirarlo mucho y menos hablarle, que se yo, por ahí el tipo creía que yo era un pesado insoportable, un pelotudo, que se yo, yo me quería manejar con naturalidad, como dueño de mi ubicación. Pero su imagen, para mí era como un imán, de reojo lo miraba, siempre algo se aprende. Incluso noté que le envidiaba algo, esa tranquilidad del tipo. Ganáramos o perdiéramos, el tipo siempre tranquilo.



Yo seguía en mi lugar, haciendo el esfuerzo de mirarlo sin que se diera cuenta y mucho menos de hablarle, yo pensaba que quizás en una situación, un gol algo así en el revuelo podía quedar cerca de él y recibir un gesto de aprobación. Ni hablar de pedirle una camiseta, eso sería demasiado y, aparte podía tirar todo a la mierda. Así que ahí seguía yo, a la distancia del dos al seis, el algo más adelantado y yo relojeando. Pero esa tarde Simón reparó en mí.

Y, ojo, no es que el tipo me vió mal ubicado, o me quiso hacer notar que le estaba reclamando alguna pelotudez al árbitro al límite de la contravención. No, el tipo se dio cuenta de que yo podía serle útil. Sí, yo, yo podría darle una mano, yo podría ayudarlo a cubrir mejor un sector para él desprotegido, casi diría, noté en ese momento, inalcanzable para su humanidad (ya llevaba unos años de retirado), y ahí estaría yo, el que soñaba con emularlo para cumplir, desde mi juventud comparada, con su encargo. Me miró, lo miré, me levantó la ceja como mostrándome a alguien que vendría cerca de mí, oteé a mi derecha y ví a qué se refería. Lo volví a buscar con la mirada y ahí ya me levantó la mano izquierda.

- Pibe, pibe, ahí a ese!!- me gritó.

- A mi? – mezclé la humildad con la incredulidad.
- Si pibe, vos, dale – insistió, ya con los ojos para afuera, como viendo que perdíamos la chance.



Entonces tome al hombre del hombro, justo cuando me pasaba por la derecha, dio vuelta la cara como no entendiendo, porqué fui directamente a agarrarlo si no era necesario. Sujetándolo me quise asegurar y me volteé hacia donde estaba Simón y le devolví un gesto como de reaseguro que era eso lo que quería, me asintió con la cabeza, con aire resignado, como diciendo no era tan complicado lo que te pedí boludo.

- Hombre, ahí en la tercera fila, te llama Simón – le dije al cafetero de la platea Norte mientras le pagaba sus cuatro pesos.

- Cuando termine con la fila cuatro voy – contestó sin mirarme, como si le chupara un huevo quien lo llamaba.
Le hice seña de que ya le había avisado. Simón me levantó el pulgar. No me quedé tranquilo hasta no ver que tenía su vasito blanco en la mano. Después empezó Boca – Independiente. Ni me acuerdo como salió y me importa un carajo, a mí me habló Simón.

10 feb 2013

Decálogo de la Correcta Numeración.-

El otro día Boca dio a conocer su numeración y @elchueco (si tenés tuiter y no lo seguís, seguilo o cerrá la cuenta) me preguntó sobre el número de Cellay, a partir de ahí arranqué con mi teoría de por qué el 80% de esos números estaban mal entregados, que obviamente nada tiene que ver con ningún tipo de TOC, a saber:

Del 1 al 12 vamos bien, los supuestos titulares y el arquero suplente, brillante, después viene el quilombo. La 13 a Albin, un lateral derecho, la 13 es para el primer central suplente, que sería Caruzzo que lleva la 15 que sería de Ribair o Erbes, primer 5 suplente y la 14 de Cellay es la que, en realidad debió tener Albin.

La 16 tampoco es para un chico como Magallán, central, el segundo o tercero en la preferencia, un 22,  la 16 es para el primer 9 suplente, tengamos por caso a Viatri y la 18 de este es para el 8 suplente, Pol que no debería llevar la 22 por lo que ya dijimos antes.

La 19 tampoco es para un volante izquierdo como Colazo es la de Blandi, tercer 9 según entendemos, podría usar alguna medio comodín, como su puesto, y el tercer arquero no debe llevar la 23, la 23 es al lateral izquierdo suplente o un volante izquierdo, el tercer arquero lleva la 21, ni Erbes debe llevar la 17, porque la 17 es del 7 suplente, Acosta, eso es claro, ya hablamos del tema de los 5.

Y por supuesto, el tema de la 26 de Rivero no se entiende, no se entiende mucho que Rivero tenga un número quiero decir.

En síntesis así debe ser una correcta numeración en busca de resultados que catapulten al éxito:


1- ARQUERO TITULAR
2- CENTRAL DERECHO TITULAR
3-LATERAL IZQUIERDO TITULAR
4- LATERAL DERECHO TITULAR
5- VOLANTE CENTRAL TITULAR
6- CENTRAL IZQUIERDO TITULAR
7- DELANTERO EXTERNO TITULAR
8- VOLANTE DERECHO TITULAR
9- CENTRODELANTERO TITULAR
10-ENGANCHE TITULAR O DOBLE 5 TITULAR
11- VOLANTE IZQUIERDO TITULAR
12- ARQUERO SUPLENTE O TITULAR DE COPA
13- PRIMER CENTRAL SUPLENTE
14- LATERAL DERECHO SUPLENTE
15-VOLANTE CENTRAL SUPLENTE
16- CENTRODELANTERO SUPLENTE
17- DELANTERO EXTERNO SUPLENTE
18- VOLANTE DERECHO SUPLENTE
19- TERCER CENTRODELANTERO
20-ENGANCHE SUPLENTE O VOLANTE SUPLENTE
21- TERCER ARQUERO*
22- SEGUNDO CENTRAL SUPLENTE
23- LATERAL IZQUIERDO SUPLENTE
24-VOLANTE SUPLENTE
25- TERCER VOLANTE CENTRAL*


*intercambiables, según el gusto, soy amplio en este aspecto.

26 oct 2012

En Epocas de Tantos Hinchas de PC...

En épocas de tantos hinchas de PC quejosos, viene bien recordar este campeonato, después de una larguísima sequía y de la frustración de aquella vergonzosa final contra Ñuls. 

Se sufrió como loco, se perdió un partido clave sobre el final, se nos lesionó el mejor 2 de nuestra historia   previo al superclásico (había temor, había que marcar a un tal ramón diaz) y entró un pibito, pibito que le metió aquel gol histórico a Platense en cancha de Independiente...se festejó? no recuerdo haber festejado otro campeonato así...

Gracias a Lucas Guerrero (@lucasg91) que me reencontró con este video que yo, nunca pude olvidar...




11 oct 2012

Las 13 Verdades de la Impuntualidad.-

1.- El impuntual no se queda dormido, no, ese sería un vago, el impuntual cuenta con tiempo, pero simplemente llega tarde, es una conducta, no un accidente.

2.- El impuntual no pone excusas, llega tarde y punto, es consciente, no tiene nada que aclarar, el resto debería saberlo. El aire de desidia es fundamental.

3.- El impuntual jamás llega desalineado, despeinado o desprolijo, no, el impuntual es napoleónico línea talibán en aquello de "vísteme despacio que estoy apurado". Impuntual pero un dandy o una lady.

4.- Somos impuntuales, no suicidas ni estúpidos, desayunamos tranquilos, leemos un par de diarios, no cruzamos una calle en rojo, no nos subimos al estribo del colectivo.

5.- El impuntual "se suma", no mariconea un "espérenme". Jamás pedimos que vuelvan atrás para explicarnos de qué venían hablando, nos sumamos, como si nada hubiera pasado en ese tiempo que no contó nuestra presencia.

6.- La impuntualidad se milita, no avergüenza, se lleva con orgullo, o sea, criticame, enojate, mirame feo, te aclaro, me la chupa.

7.- Para un impuntual de bien no puede haber nada mejor que otro impuntual.

8.-  El impuntual paladar negro descubre al imbécil que lo cita 30 minutos antes para que llegue puntual. La línea fundadora devuelve eso con una demora promedio de 45 minutos. Hay quienes son mas tibios o pollerudos.

9.- El impuntual no debe ser pelotudo, si es importante, no sea impuntual.

10.- La impuntualidad se milita 24 hs al día, da lo mismo las 2 primeras en tribunales que una cena en cañitas, se llega tarde.

11.- La impuntualidad es nacional y popular, se recorre a lo largo y a lo ancho del país, no respeta costumbres ni geografías, es una pelotudez eso de "llegás tarde y estas a 2 cuadras", llego tarde porque soy impuntual, forro.

12.- A los puntuales recalcitrantes ni justicia.

13.- Impuntual es, según la RAE, no ser puntual, entonces, si no puede llegar tarde llegue temprano. Caso práctico, el novio a la iglesia.